lunes, 20 de noviembre de 2017

La tecnología y su conexión íntima: misiles dirigidos a nosotros mismos.



Conversando acerca de:


¿Ha  intercambiado alguna vez fotos o videos subiditos de tono con alguien por internet ?


Hola amigo lector, le traigo al espacio “Conversando acerca de” un tema como el verano de mi país: ¡bien calentito!.

Como es costumbre para este tipo de post,  lo vamos hacer en primera persona, con la diferencia que esta vez cada cual tiene la libertad de escoger la bebida que mejor le plazca, para compartir o debatir acerca del tema que hoy nos ocupa.

 Casi siempre es el café el cómplice de este espacio  y lo utilizamos como un buen  pretexto para robarle unos minutos de su atención mientras usted disfruta de los posts que publicamos en nuestro blog.

Sin más preámbulo me dispongo a darle respuesta mucho antes que usted, a la pregunta que da inicio a este espacio.

Pues sí amigos, les confieso que a mí 56 años de edad, he intercambiado alguna que otra foto subidita de tono con mi novio a través de la telefonía móvil, sobre todo cuando me ha tocado estar fuera de mi país por asuntos de trabajo.

Pienso que este tipo de práctica ayuda a mantener viva la llama de la pasión en la pareja. ¡Claro está, considero que debemos utilizarla solo en ocasiones especiales, debido al riesgo que se corre al exponer nuestra vida íntima en  internet aunque sea por esta “noble causa”, para llamarle de algún modo.

Muchas personas de mi generación pensamos que la información privada, va a estar mejor protegida en una carpeta de nuestro teléfono móvil o laptop personal, pero la realidad nos dice otra cosa, ya que existen programas espías  y aplicaciones que nos permiten escudriñar en  la información ajena. ¡Si no, pregúntele a los más jóvenes de la casa, ellos suelen ser verdaderos hackers en eso!

¿Hasta dónde nuestra vida es privada después de la aparición de las redes?

En la era de internet, la vida personal o íntima de todo internauta deja de ser privada cada vez que introduce información en cualquier sitio del ciberespacio.

Mire amigo lector, aunque aparezcan mil letreros que digan que el sitio establece con usted contrato de privacidad, al final todos sabemos que eso es relativo, por no decir que es completamente falso.

 Ellos como dueños y señores de las páginas, siempre se van a reservar el derecho de manejar a su antojo  la información que allí dejamos. Saben  quiénes somos, que hacemos y con quien nos relacionamos, en fin: “dime con quién andas, y te diré quién eres”.  Es un viejo refrán que conozco desde la infancia y creo que le viene como anillo al dedo a las tendencias existentes, tiene mucho que ver con redes sociales.

 Quizás usted piense que exagero,  o tal vez ya me dio la razón.  Pero debemos tener mucho cuidado con la información que publicamos o intercambiamos en internet, ya sea intima o personal, para que en el futuro no corramos el riesgos de que dicha  información  se convierta en misiles dirigidos a nosotros mismos.

Mire, estas prácticas de intercambiar fotos o videos eróticos, no solo pueden resultar peligrosas para la integridad moral de cualquier individuo en el  futuro, sino también para el otro miembro de la pareja en el presente.

 ¿Se ha imaginado la posibilidad de convertirse en víctima de un chantajista sin escrúpulos, que quiera subir a internet ese video erótico que su pareja y usted filmaron con  tanta pasión?

Me imagino lo desagradable y desesperante que debe ser, sobre todo  si queremos proteger la integridad moral de la persona amada por encima de cualquier riesgo.

Tengo un par de amistades que les sucedió: uno de ellos por ser descuidado y no proteger lo suficiente la información y al otro, por confiar en demasía en las “bondades” de la tecnología.

Deberíamos hacer un mejor uso de los beneficios que nos brindan las tecnologías y  herramientas existentes en internet .  Estoy consciente que hay muchas personas en el mundo que la utilizan con las mejores de las intenciones,  pero no podemos ser ingenuos, usted y yo sabemos que hay quienes la utilizan para hacer daño a terceros incluyendo aquellos que se dedican a subir a la red virus malignos.

Y a veces no tenemos conciencia de hasta donde pueden ser peligrosas para nosotros mismos no tener conciencia de prácticas de este tipo.

Conozco personas que gustan coleccionar videos eróticos de las parejas que han tenido; unos los guardan como un buen recuerdo de sus actividades sexuales y lo protegen como ciudad sitiada y otros, los conservan con fines un tanto macabros.  No sé usted, pero yo me quedo con los primeros.

Sucede que a veces las relaciones sentimentales en las parejas no terminan en buenos términos, sobre todo cuando uno o ambos miembros se siente defraudado o traicionado.

 Supongamos que sea el hombre el traicionado y como venganza decide castigar a su “ex” subiendo a internet ese “bonito recuerdo” donde  ambos fueron protagónicos del filme.  ¡Hay caballos, perdón dije mal “caballeros” que lo hacen para desmoralizar a su ex cónyuge! ¿Le ha pasado a usted ?

Si coloco al sexo masculino en esa posición no es justamente para satanizarlo, es porque simple y llanamente  para nosotras las féminas, resulta mucho más incómodo vernos en una situación tal y con eso no quiero decir que a los hombres no les incomode. Pero hay una realidad, el hombre nunca será condenado del mismo modo como se juzga a una mujer ante un escándalo de tal magnitud.

En los tiempos modernos que vivimos, es mejor precaver que tener que lamentar, y si queremos como adultos tener prácticas similares, creo que debemos ser muy selectivos a la hora de escoger el actor o la actriz con quien deseamos filmar escenas eróticas en nuestras películas de amor y sobre todo, como vamos a proteger ese material fílmico para que después no corramos  el riesgo que en un momento de ira, el video vaya a parar a una página en internet en contra de la voluntad de uno de los dos actores.

 Quizás no sean pocos los lectores a los cuales les parezca un tanto exagerada la idea de que alguien por venganza, cometa un acto tan vil en contra de su ex. ¡Pero en la realidad sucede, hay que estar consciente de esto!

Todos tenemos el derecho (y el izquierdo también), de que nuestra intimidad personal sea respetada. Por tanto, todos tenemos el deber social de hacer un uso responsable de los medios tecnológicos.

No podemos permitir que la ira o la maldad nos arrastre por caminos desenfrenados haciendo de la vida íntima de los demás o la suya propia, un callejón sin salida.

 No olvide que las decisiones que tomemos hoy, serán el resultado del mañana. Y si ahora mismo está pensando en hacerle daño a alguien subiendo a internet fotos o videos comprometedores, piénselo mejor y utilice otra estrategia menos nociva, bríndese la oportunidad de ser un mejor internauta.

Bueno, hasta aquí el tema de hoy.  No sé si a usted leerlo, le ha servido tanto como a mí el escribir acerca de este complejo asunto, ya usual en estos tiempos que corren.

 Pero estoy consciente que usted es una persona suficientemente inteligente para que juntos podamos reflexionar acerca del contenido de este artículo con el fin de ganarle la batalla al uso inadecuado qué, de modo inconsciente a veces realizamos al utilizar los servicios de la internet. Gracias por su visita, y si le gustó este post, compártalo con sus amigos en Facebook y Twitter. 
De igual manera, le invitamos a visitar el stio web: https://psicocode.com/

 











Carmen Tamara