lunes, 31 de julio de 2017

Como alcanzar el éxito.



Conversando acerca de: ¿Podemos  lograr éxito en la vida sin fe?

Hoy quiero conversar con usted amigo lector, como siempre. en primera persona. Pero le pido que lo hagamos acompañados de una taza de café…Ay creo adivinar lo que usted está pensando en este justo momento. ¡Como le gusta a ella el café! ¿ me equivoco ?

Es que usted ha leído en otros artículos de nuestro blog  justamente la misma frase.

Y es cierto, me gusta esa bebida por su aroma natural y sus propiedades para la salud y además porque soy latina.  Si fuera inglesa, quizás consumiría más el Té. Aunque de vez en cuando ingiero alguna que otra taza, lo cual me resulta agradable al paladar además de ser saludable.

Pero antes de comenzar con el tema que pretendo tratar en este post, me gustaría comentarles algo que escuché hace unos días en la radio de mi país y es posible que la información que pretendo compartir con usted no le resulte novedosa pues tal vez ya la conoce, pero igual se la voy a comentar: Nuevos estudios científicos han revelado que ingerir de dos a tres tazas de café diarias, podrían reducir el riesgo de morir por ataques al corazón. ¡Pienso que la noticia debe resultar alentadora, sobre todo para los consumidores fervientes de esta bebida! ¿ No le parece ?.  

Pero atención, no es del café exactamente de lo cual quiero platicar hoy.  Ni tampoco de ese que tanto habló Eliseo Grenet en su canción; quizás usted no la conozca, pero dice algo así:  “Ay mamá Inés, ay mamá Inés , todo los negros tomamos café”’. ¡Bueno, y los blancos también! (ese aporte al texto se lo hago yo con todo respeto a su creador)….

 Ahora volviendo al tema que nos ocupa, hablemos acerca de la  Fe como vehículo para lograr cualquier propósito en la vida.  ¿Pero que es la fe?, dicha con mis palabras: Es certeza de algo que sabemos o creemos que existe pero no podemos demostrarlo.  Es como si ese “algo”, resultado de esta fe estuviese en el futuro y sabemos que más temprano que tarde, va a llegar. El problema es el cómo y cuándo,  pienso que es la esencia de esas dos letras.

El hombre como ser social, siempre ha sentido la necesidad de plantearse metas a corto y a largo plazo con el fin de alcanzar crecimiento en su vida personal, profesional, o espiritual. Pero siempre a través de ese motor abstracto que es el que nos impulsa para cumplir con éxito los objetivos que nos proponemos en cada etapa de nuestras vidas.

Creo, que antes de comenzar cualquier proyecto por sencillo o difícil que sea, lo primero que debemos hacer es entrenar la Fe. Esa que vamos a necesitar, sobre todo cuando no alcancemos a ver la luz al final del túnel, y la necesitemos para transitar el camino y poder decir con orgullo: ¡Este, es un sueño cumplido y voy por más!.

¿Pero cómo podemos entrenar esa Fe que necesitamos para lograr éxito en la vida?

1.-  Se debe ser muy positivo, sobre todo ante las adversidades del destino. Y si fuera necesario, debemos sacar el paganini que todos llevamos por dentro (que es el arte continuar donde otros deciden parar).

2.- Conocer al dedillo sus virtudes y defectos y si no los puedes  corregir en su totalidad, asúmalo como parte del paquete. Pero en cuanto a las virtudes, trate de potenciarlas sin llegar a ser autosuficiente. Úselas en función de sus capacidades para  fortalecer en su esencia ancestral, al guerrero que todos los humanos llevamos internamente.   

3.- Manténgase lejos de las personas negativas; ellas solo perciben oscuridad  donde existe al menos una luz tenue.

4.- Cuando se proponga un objetivo en beneficio de alcanzar alguna meta, sea un triunfador antes de comenzar. ¡Nunca diga yo no puedo!. Si cree que no lo va a lograr, simplemente ni lo intente, porque su fe lejos de fortalecerse se puede debilitar.

5.- No olvide que su autoestima, es una radiografía interna que se manifiesta en sus acciones externas. Sus éxitos o fracasos, no son una coincidencia, sino un reflejo de usted mismo.

Estoy consciente que para alcanzar el éxito en “algo”, se necesita mucho más de lo antes expuesto. Sobre todo saber enfocarnos bien en el objetivo y trabajar duro en él. ¡Nadie dijo que era fácil, amigos! Por eso es de vital importancia fortalecer la fe y tener en cuenta que a veces tenemos que intentarlo varias veces para obtener el logro deseado. 

Mirar el éxito separado del fracaso, es un error, ya que este último, es parte del triunfo. También debemos aceptar que no siempre tomamos las mejores decisiones, que a veces erramos épicamente.  

Si eres exitoso, posiblemente alguien alguna vez, en algún lugar, te dio una idea que te llevó al camino correcto. Por tanto no olvides que estás en deuda con la vida hasta que no ayudes a una persona menos afortunada, de la misma manera que te ayudaron a ti.

Bueno amigos, espero que el tema tratado en este artículo sea de utilidad para usted o alguien cercano. Como es de costumbre en este tipo de espacio que he nombrado;” “Conversando acerca de”: Quiero despedirme de usted, con otra taza de café para desearle éxito en todo lo que se proponga. ¡ Pero no olvide ponerle el ingrediente más importante que hemos utilizado hoy en la receta del éxito: la Fe!.


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Carmen Tamara.  













    

   

Felices los cuatro



        

 ¿Cuándo comenzar de nuevo una relación de pareja y que tipo de relación es la correcta? 




Serian muchas las respuestas, ya que cada individuo es único e irrepetible y no todos tenemos la misma necesidad de compañía ni compartimos por igual los códigos sentimentales para unirnos en pareja con alguien.
En mi caso en particular, me daría un tiempo, para poner en orden mis sentimientos y comenzar una nueva relación sin resentimientos ni frustraciones emocionales.
Encuestas realizadas en algunos programas televisivos han revelado que más del 65 % de las personas prefieren poner en práctica ese refrán que dice: “un clavo saca a otro”, cuando de comenzar una nueva relación de pareja se trata. ¿Pero todos tendrán el mismo diámetro, calibre y utilidad?

 

No quiero que mi pregunta sea mal interpretada (me refiero a los clavos); considero que el asunto es mucho más complejo que una simple frase…
Señores, es que hoy vivimos en un mundo donde los valores espirituales no están en igualdad de condición con los materiales: ” Tin tiene, tin vale, si tin no tiene, no vale ni dos kilos prietos”.
Es un viejo refrán que ha venido cobrando vigencia desde tiempos remotos y que en la actualidad no solo contempla lo material, pienso que abarca mucho más. Mi pregunta es la siguiente:
¿Somos realmente lo que tenemos?
Supongamos que lo que tienes para ofrecer en una nueva relación de pareja además de tus buenas intenciones, es la parte económica, debido a contar con buena solvencia.

¿Buscarías a alguien similar o prefieres utilizar el contrapeso? Vamos, que la otra persona aporte lo espiritual, como si se tratase de una sociedad sentimental entre dos. ¡Es solo un ejemplo hipotético, no le estoy sugiriendo a nadie que lo haga!
El concepto de pareja en la actualidad, ha venido experimentando cambios marcados con respecto a lo que se conoce y denominamos relación de pareja tradicional.
Hoy en día existen tantas formas de relacionarse sentimentalmente con alguien, que no son pocas las personas que prefieren las relaciones abiertas, sobre todo, si han fracasado en una o varias de corte tradicional. Es curioso, podríamos llegar a pensar que las costumbres se parecen a su tiempo.
El siglo XXI comenzó mostrando un rostro totalmente diferente a lo vivido por la humanidad desde los finales del siglo XX en muchos aspectos. La tecnología por ejemplo, evoluciona muy rápidamente, prometiendo ser el acontecimiento más notorio que el hombre, como especie, haya conocido y experimentado desde la aparición de la raza humana.
¡Pero qué podemos decir de los valores morales y sentimentales que conforman esas llamadas “relaciones de pareja de nuevo tipo”, que cada vez ganan más adeptos a sus prácticas y no solo en los más jóvenes, sino también en los menos jóvenes!.
Nada amigo (a), que el paso arrollador de este siglo ya comienza a dejar huellas notables, unas positivas y otras negativas, como es el caso de algunas conductas un tanto “inusuales” para la sociedad en aspectos relacionados con ”lo moral”, ¡aunque no dejan de ser apasionantes!
Y cualquier individuo que desee experimentar las nuevas tendencias existentes en cuanto a relaciones de pareja como filosofía de vida, puede hacerlo con total libertad.
Comenzar una nueva relación amorosa en estos tiempos es casi un reto, sin importar la edad ni el nivel cultural de los involucrados. Pero más difícil resulta aún hallar un modo civilizado de ponerse de acuerdo para definir qué y cómo se quiere para que todo marche sobre ruedas.
Actualmente hay muchas personas que siguen siendo muy conservadoras en cuanto a temas como este, ya que defienden a capa y espada, el modo tradicional de dos personas relacionarse sentimentalmente y es correcto. Pero les soy sincera: tampoco estoy en desacuerdo con algunas prácticas siempre y cuando ambos miembros de la pareja lo asuman con autenticidad.
Lo que me parece deshonesto, y es mi opinión en particular, es que sólo un miembro de la pareja sea el que disfruta, mientras el otro sufre las consecuencias de la infidelidad.

Y aunque nos asista el derecho como ser humano, de elegir el tipo de relación que mejor nos plazca y como deseamos que sea, no debemos olvidar jamás que en una relación de pareja, como lo define la palabra, intervienen dos.
Y es muy importante tener en cuenta la opinión del otro para determinar cómo vamos a servir la mesa, si para dos, tres o cuatro comensales…
Voy a concluir este post con una frase de Gabriel García Márquez que dice: “No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad”.

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Carmen Tamara