lunes, 22 de mayo de 2017

Hasta que la muerte nos separe


                   Hasta que la muerte nos separe


 Esta frase parece ser extraída de un melodrama ¿verdad? Creo que es más que eso: es algo así como un pacto de lealtad que se hace con alguien o algo.
En el caso puntual de los varones, lo hacen desde la pubertad con la función sexual que cumple el pene. Es como si le dijeran a su compañero de guerra: ¡me debes obediencia  y tienes que estar firme cada vez que te lo ordene, sin olvidar jamás que las órdenes se cumplen y no se discuten! ¿Dígame señor si estoy en lo cierto?...   
¿Pero qué pasa cuando se rompe ese pacto?...   
                                             
¡Si, eso mismo que está pensando, me refiero a la disfunción sexual eréctil! Como decimos los cubanos,  ¡Candela!  Pero es una realidad que le sucede a los varones  y se puede desencadenar en cualquier etapa de su vida sexual por diversas razones.
Mi objetivo con este artículo no es hablarle acerca de la caída en combate de su compañero de guerra; lo que en verdad me motiva es comentarle lo útil que puede resultar su pareja o compañera de ocasión, si usted se muestra menos egoísta y más sensato ante el problema.
De seguro que podría  minimizar el efecto psicológico que, le produce no poder impedir el desacato de su compañero una vez dada la orden de: ¡Firme! y verlo caer deshonrosamente sin poder evitarlo.
No crea ni por un segundo que me estoy burlando de su desgracia por llamarla de algún modo, porque el tema  al igual que usted, merece todo mi respeto. Lo que me gustaría es sugerirle algunos consejillos para que no se sienta tan mal con usted mismo, ni con su pareja ante el suceso.

                                     

                                       El problema


La disfunción eréctil, como dije en el párrafo anterior, puede estar motivada por diversas razones a tener en cuenta. Pero el 80 % de los casos se producen por causas orgánicas.
Se puede clasificar en disfunción eréctil leve, moderada, y grave, según la afectación que padece el paciente. Enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, el colesterol alto, obesidad, síndrome metabólico se hallan entre la mayoría de los padecimientos orgánicos causantes de este padecimiento.
Por eso le aconsejo lo que sigue:
1- Visitar a un facultativo de la especialidad si el evento se ha repetido en otras ocasiones.
2- Hágalo sin complejos, al final usted es el más beneficiado. Y si no se anima ir solo, pídale a su pareja que le acompañe, así se sentirá más seguro.
3- Evite los encuentros fortuitos, ya que usted no puede predecir cómo va a responder su compañero a la hora del combate… ¡quizás se comporte como todo un héroe! ¿pero qué pasa si no es así?  Es mejor no correr el riesgo, ¿verdad?
4- Tal vez usted es un adulto mayor que presenta este”problema” y se halla en proceso de iniciar una nueva relación de pareja.
Puede ocurrir que su nueva compañera se muestre lo suficientemente interesada por usted como para no salir corriendo al enterarse, pero para evitar sustos, sería viable que en sus primeras citas intercambiaran caricias, besos y demás sin llegar al coito, con el objetivo de que usted vaya ganando confianza en sí mismo.
Incluso… ¡Hable con ella acerca del asunto, de forma natural y sin tabúes, mucho más si tiene intenciones serias con esa dama! Mire, ¡creo que vale la pena arriesgarse! 
Conociendo un poquito de la psicología de los machos, varones y masculinos, quizás usted piense ahora: ¡Esta mujer está loca! ¿Cómo le voy a contar a mi compañera sin antes haber tenido sexo con ella? ¡Un guerrero samurai no muere así!

Créame que no hay nada de locura en lo que digo, sino todo lo contrario. Si usted prefiere correr el riesgo e ir al encuentro sexual por primera vez con una mujer sin tener en cuenta cuál sería su reacción  en caso de que su compañero no le responda, demuestra con esa actitud que no es un gran estratega, además, está poniendo en riesgo la posibilidad de un segundo encuentro con ella.
¿Se ha preguntado usted cuantas ideas negativas podrían pasar por la mente de esa mujer, creando una atmósfera desfavorable para sus intenciones con ella? Conociendo muy bien la psicología de las féminas porque soy mujer, le aseguro que serían muchas esas ideas negativas.
 Y si por casualidad la dama no es muy segura de sí misma o padece de algún complejo de inferioridad, puede quedar muy confundida, al extremo de poner en duda lo que usted siente hacia ella o en el peor de los casos, llegar a dudar de su masculinidad.   
Es por eso que debería tomar alguna medida inteligente para evitar un caos y minimizar el malestar para ambos, aunque en eso le vaya un poco el orgullo masculino. Porque en verdad, a los hombres no les agrada para nada hablar de este asunto ni siquiera con su mejor amigo, mucho menos con la mujer que pretenden. Pero es mejor precaver que tener que lamentar, ¿no?...
5-En el caso del hombre que tiene una relación estable y de repente comienza a presentar problemas eréctiles con su pareja (y fíjese bien que dije con su pareja),  si no padece de ninguna enfermedad que  lo propicie o el problema no está relacionado con un triángulo amoroso,  me gustaría aconsejarle: Hágale saber a su pareja cuán importante ella es para usted, sobre todo sexualmente.
¡Mire, ni por un segundo las mujeres podemos imaginar….que el motivo de la disfunción eréctil está relacionada con otra fémina, porque en verdad le garantizo… que usted va a estar en un problema… ¡ Y MUY GRAVE!...en el peor de los casos, lo pueden convertir a usted y a su pene, en un triángulo y no es justamente en el de las Bermudas…
¡Sea sensato y sincero con ella y no piense que el problema es solo suyo! Compártalo con su pareja; al final el sexo lo disfrutan entre ambos, ¿no?
Además, no olvide que las relaciones sexuales deben ir más allá de la penetración. Existen diversas maneras de satisfacer sexualmente a una mujer que todo hombre adulto debe conocer.
No pretendo para nada, darle clases de sexología, no es de mi interés; para eso están los sexólogos y el Kama Sutra. Pero si quiero recomendarle que en caso de fallo,  usted  pudiera continuar haciendo lo que queda de la tarea, en vez de irritarse por lo sucedido. Mire amigo, si ella es inteligente y lo quiere a usted, de seguro que lo va apoyar hasta el final, pero no olvide cerrar la puerta de las dudas.
Gracias por leer este artículo. Me gustaría saber qué piensa usted acerca del tema en cuestión…
           









 Carmen Tamara