lunes, 28 de agosto de 2017

Remedio contra el Miedo.

                               


      

         Que el miedo no lo controle a usted




El Miedo en las personas es un comportamiento aprendido, no se nace con él.

Sí se nace con respuestas instintivas (no emocionales), que reaccionan de inmediato ante el dolor físico, el hambre, las temperaturas extremas o la falta de aire.

Pero  el miedo es un determinado comportamiento emocional aprendido, que desencadena  una respuesta neurofisiológica de repliegue o huída ante la previsión (correcta o no), de que se produzcan algunas de estas amenazas mencionadas u otras semejantes.

Prever algo es una actividad consciente y parte de una experiencia previa que se guarda en la memoria. O de una enseñanza recibida que se asocia también a una o varias experiencias peligrosas previas .

Porque no se puede asustar a nadie que no conozca el dolor, por ejemplo, pero se le puede explicar que el fuego causa mucho dolor o incluso la muerte…



Cuando en nuestra memoria se ha conservado una experiencia previa clasificada como peligrosa (o una enseñanza que remite a esta),  nuestro cerebro elabora un programa de acción encaminado a prevenir la ocurrencia del evento peligroso y evitar sus consecuencias ya conocidas.  Ha surgido un miedo.

El miedo es un mecanismo de protección del ser humano, pero como todo aprendizaje, puede resultar defectuoso y hasta disparatado.

Además, como cualquier comportamiento aprendido, debe poderse controlar y someterse a nuestra voluntad consciente. 



         ¿Como funciona el Miedo?     




Un mecanismo específico de miedo se desencadena cuando confluyen a nivel consciente:

1) Una señal de alarma proveniente de la amígdala cerebral, encargada del monitoreo constante de las señales originadas en nuestros analizadores sensoriales.



2) Mientras por una “vía rápida” los neurotransmisores y hormonas van desencadenando una preparación del organismo para  la huída o enfrentamiento de la amenaza, los sistemas de atención de la corteza cerebral buscan en el entorno una explicación a lo sucedido, con el fin de tomar tres posibles caminos: continuar con la alarma, detenerla si es falsa o requerir más información para decidir. Esto implica comparar la información obtenida con la conservada en la memoria.



3) Si en la memoria se halla información que confirme la amenaza y existe una “respuesta de miedo” ya presente, se activa la misma y nuestra conciencia da “vía libre” para continuar toda la respuesta neurofisiológica restante, que implica el envío de señales a las áreas evolutivamente más antiguas encargadas de controlar los procesos vegetativos básicos, tales como la respiración y el movimiento de los músculos.



Si por ejemplo, como casi todo el mundo le tenemos miedo al fuego y efectivamente, ha ocurrido un incendio, el miedo nos salva la vida.

Pero si en cambio, le tenemos miedo a las ranas y efectivamente, una rana nos ha caído encima, sufriremos una reacción exagerada, incluso peligrosa para la salud, además de hacer el ridículo.



Las fobias, los miedos sin razón y los miedos incontrolables.




  

Las fobias son esos miedos irracionales y exagerados que se caracterizan por reacciones desproporcionadas ante las señales que se perciben como amenazantes.

 Las fobias son resultado de procesos de retroalimentación positiva, en el cual una mesurada percepción de rechazo hacia algún evento, es amplificada sin control hasta adquirir una magnitud enorme, generando una respuesta de miedo exagerada.





 También es posible desarrollar miedos sin una auténtica razón para ello, producto de conclusiones equivocadas de los hechos, encadenamiento con otros miedos o características propias de la personalidad del individuo.

Desgraciadamente, a veces la persona comprende racionalmente su percepción errónea, pero se siente incapaz para deshacer voluntariamente este comportamiento aprendido.

Otro fenómeno negativo son aquellos miedos que el individuo no maneja de manera adecuada, provocando reacciones ineficientes o hasta absurdas, en ocasiones, paralizantes.

Cualquiera que haya pasado por una o varias de estas tres situaciones sabe los incómodas y limitantes que resultan para la vida personal de cualquiera.

Afortunadamente, hay modos de enfrentarlas. Hay Remedio contra el Miedo.



     Siete recomendaciones para controlar el Miedo.




Un ser humano sano y consciente debe ser capaz de controlar su comportamiento, emociones y reacciones, para lograr un adecuado equilibrio en sus relaciones personales y con su entorno.

Poder controlar al miedo es un asunto fundamental, tanto para la salud como para la propia seguridad personal y el éxito social de cualquier persona.

En general, para controlar el miedo cualquiera sea este, incluyendo las situaciones patológicas como las fobias, miedos incontrolados o inventados, hay dos maneras diferentes de hacerlo. Y deben emplearse ambas a la vez.



 1.- Los mecanismos de “bajo nivel” y retroalimentación negativa, que trabajan   influyendo voluntaria y conscientemente sobre las respuestas fisiológicas producidas por el miedo, en particular sobre la respiración y el sistema osteo – muscular.

2.- Los mecanismos de “alto nivel”, en los cuales desde la mente racional, se crean estrategias racionales para de diferentes modos, ir reduciendo y debilitando los “miedos” aprendidos.



A continuación, pasamos a detallar consejos prácticos para  controlar al Miedo, válidos para cualquier persona que no sea un paciente siquiátrico.

En este último caso, solo los médicos puedan indicar que hacer.



1.-Cuando sienta miedo, inmediatamente ordénese a sí mismo controlar la respiración. Concentre su atención en ella.

Hasta cuando la situación es crítica, resulta imprescindible tener el control, incluso si se impone correr o combatir, para hacerlo con la máxima eficiencia.

Si no está obligado a correr, realice respiraciones profundas, en cuatro tiempos: inspiración, retención, espiración, retención del aliento y de nuevo inspiración.

El reflejo autónomo de la respiración radica en el bulbo raquídeo, el cual es parte del “cerebro reptiliano¨, aquella parte evolutivamente más antigua de nuestro cerebro.

Es imposible sentir miedo y respirar de manera profunda: la respiración garantiza energía para el organismo y mediante un mecanismo de retroalimentación negativa, al normalizarse la respiración, el cerebro reptiliano comienza a relajar los músculos, y el ritmo cardíaco se hace menos rápido.

Como resultado de este proceso, otras partes del cerebro inducen una respuesta fisiológica que conducen a una situación más controlada

Es que afortunadamente, la naturaleza nos dotó con este mecanismo de “puerta trasera’ para mediante la voluntad, influir sobre la respiración, el único proceso vegetativo autónomo en el que se puede influir conscientemente.

Otros, como la digestión o el ritmo cardíaco, son inaccesibles de manera directa por nuestra voluntad consciente.

Al controlar la respiración, una persona controla su energía de manera consciente. En el caso de un miedo fuera de control, lo deja “sin combustible”…





2.-Inmediatamente después de tomar control sobre su respiración, ordene a su mente fijar la atención consciente de sus ojos en su entorno y escuchar  atentamente los ruidos ambientales. Aquiete sus pensamientos para detener el diálogo interno.




 Al fijar su atención consciente en el entorno que lo rodea, se interrumpe el programa mental que ejecuta su miedo.

De tal modo,  este conjunto de reacciones neurofisiológicas desatadas por el miedo quedarán sin dirección, tendiendo a debilitarse y desaparecer.

A la vez, al cesar las palabras en su interior, priva al programa de su miedo la posibilidad de restablecer su funcionamiento.

 El diálogo interno, ese “flujo mental” desordenado que nos ocupa la mayoría del tiempo, es el peor enemigo de la conciencia humana.



El diálogo interno caótico interfiere todos los mecanismos de auto-regulación fisiológica del organismo, al enviar a los centros emocionales y vegetativos del cerebro señales falsas que desencadenan procesos fisiológicos innecesarios y desregulados.

El silencio interior permite la homeostasis, esto es, el estado de equilibrio en nuestro organismo.





3.- Pasada la situación de miedo, cuando disponga de condiciones, practique ejercicios de respiración profunda y Meditación.



Como hemos explicado, el silencio interior le facilitará activar los mecanismos neurofisiológicos que llevan el organismo al equilibrio.





4.-En estado de Meditación y Silencio Interior, efectúe ejercicios de regresión mental. 



Si es posible, entrénese para ello. El hecho de retornar mentalmente a un estadio anterior a la aparición de sus fobias, miedos o falta de control favorecerá notablemente el debilitamiento y desaprendizaje de estos miedos y conductas inadecuadas.

Estos ejercicios no son difíciles y se efectúan durante un determinado periodo, según sea necesario. La regresión mental se efectúa de manera paulatina, para retrocediendo mentalmente en el tiempo y reviviendo experiencias, llegar al instante emocional que provocó el aprendizaje inadecuado. Estas prácticas son absolutamente seguras, ya que el propio individuo es quien la controla.





5.- Practique Tai Chi Chuan o Yoga.

Las milenarias técnicas de autocontrol mente – cuerpo son excelentes para el ser humano en todos sus aspectos. Complemente esto con una vida sana, armoniosa y una alimentación adecuada.







6.- Piense de manera ordenada y razonada sobre sus miedos. Busque apoyo en su propia razón, conocimientos y cultura.

Tenga en cuenta que como cualquier ser humano, en ciertos momentos usted debe ser capaz de imponerse a sus miedos por su propio bien, de su familia y los demás.

 Convénzase de lo mejor para usted. Lea e infórmese de sus problemas y padecimientos. Eleve sus conocimientos y cultura de manera amena. Posiblemente el desconocimiento y los prejuicios jueguen un papel en sus dificultades. Evalúe la conveniencia de buscar ayuda profesional.




7.- Enfrente de manera paulatina y gradual sus miedos. Impóngase ejercicios prácticos para ello. Esto le permitirá desaprender los viejos patrones por debilitamiento gradual y crear de manera paulatina patrones sanos y naturales de comportamiento.

Puede buscar ayuda o asesoramiento profesional. Aproveche sus ejercicios de manera integral, para lograr el máximo efecto en su salud y el logro del auto-control: realice a la vez silencio interior, atención consciente y respiración completa mientras enfrenta cada día un desafío nuevo para derrotar sus miedos.

Al igual que cuando se sufre de un ataque de pánico, al enfrentar en el terreno de manera paulatina una fobia, es imprescindible controlar la respiración, la atención consciente y llevar el silencio interior.

Tenga siempre presente que cualquiera tiene miedo. El asunto radica en que el miedo no lo tenga a usted.

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Rey