domingo, 25 de junio de 2017

La discapacidad física no es una preferencia.

                        Mirarnos por dentro.





El primer post que publicamos en nuestro blog  “50ymasvida” trataba acerca de la belleza física en la mujer a una edad determinada.  Artículos de temáticas similares, podemos  encontrar miles en internet
Los que no sobran, son aquellos que hablen de la belleza más allá de cualquier discapacidad física que pueda presentar un individuo, sea hombre o mujer a cualquier edad.
La discapacidad física no es una preferencia, ya que nadie elige serlo. Quizás usted que está leyendo este artículo tal vez esté de acuerdo conmigo en lo que a continuación voy a citar. Es común, en algunas redes sociales como Facebook, ver fotos  de personas, puestas por familiares,  donde suelen aparecer textos similares a este: ¡Como a mí me falta un brazo, usted no le va  a dar ¨Me gusta¨ a mi foto porque soy una persona fea.
Yo en verdad me siento mal cuando veo textos similares y a continuación me pregunto:
¿ Bueno, quien tiene más problemas, el discapacitado o ese familiar cercano a él o ella que permitió que en la publicación de la foto se colocara  esa expresión  tan peyorativa ?
Sin embargo, hay muchas personas que se hacen de la vista gorda o pasan por encima la mirada para fingir que nada está pasando.
Ni siquiera se preocupan por el nuevo modo de discriminación creciente, donde muchas personas lucran con la desgracia de los demás.  Algo que cada día se hace más notable en  los medios alternativos y redes sociales, así como en las grandes cadenas televisivas que no se preocupan, ni se ocupan, de crear herramientas que ayuden a fomentar una  cultura de aceptación a personas discapacitadas.  Es que casi siempre las muestran como seres de otra galaxia ajena a la que vivimos todos. 
Creo que más allá del impacto que nos pueda provocar una imagen, ya sea a través de una foto o un audiovisual  de alguien que tenga una limitación física, deberíamos pensar que las cualidades que hacen hermosa a una persona no radican justamente en la capacidad ni en la discapacidad física.  Está en la capacidad  que posea el individuo para  crecerse ante las adversidades  y saberse cada día mejor ser humano. Estoy consciente que este es un tema bien difícil de tratar, ¡pero alguien tiene que hacerlo! No se puede seguir mirando hacia los lados como si fuera un problema ajeno a la raza humana.
 Además, cualquiera de nosotros que nos consideramos hoy capacitados físicamente, podríamos no serlo  mañana, ya que nadie esta excepto de dicha posibilidad, razón adicional por la cual debemos tomar conciencia del problema.
Las personas que tienen un familiar discapacitado, tienen que lidiar a diario no solo con las barreras arquitectónicas que el hombre “capacitado”  construye, sino también con la falta de sensibilidad que muestran algunas  autoridades  “capacitadas”, quienes deberían atender mejor las necesidades espirituales y de salud de este grupo poblacional. Esto es algo que sucede sobre todo en países menos afortunados económicamente.
Por lo general, el cuidador de estas personas, quienes por sus limitaciones necesitan una atención especial, se desgasta más de la cuenta, mayormente en países donde el sistema de salud no considera al discapacitado una prioridad para el estado.
Cerremos los ojos y pensemos por un segundo cuanto podríamos contribuir al bienestar psicológico de cualquier persona discapacitada, si en vez de mirarle con lástima o desprecio como suele ocurrir, les mostráramos a través de la mirada, un gesto de solidaridad humana por la capacidad y fortaleza conque cuentan para lidiar a diario no solo con la limitación  que los aqueja, sino también con personas indolentes a todas las instancias y niveles sociales.    
No todas las discapacidades físicas se pueden clasificar por igual; pero esas que a la vista se consideran más leves, siempre suelen ir acompañadas de frases tales como: “¡Que lástima…porque  tiene la cara bonita…o el cuerpo bien formado.... El único defecto que tiene es que es ciego o débil visual! ” En fin, millones de expresiones para definir supuestamente el “error”, que la madre natura no supo corregir en ese individuo.
Es curioso, porque casi siempre es en lo único que nos fijamos cuando estamos evaluando a una persona que tiene algún problema físico: no importan cuales sean sus cualidades o defectos  como ser humano. Es como si esos parámetros solo fueran inherentes y competentes en personas  que no tengan ninguna limitación física  ¿Estamos de acuerdo…o yo estoy en un error?
¡Pero dígame la verdad!… ¿estaría usted dispuesto a tener algún tipo de relación sentimental o de pareja con una persona discapacitada? ¡Miren, yo sé que habrán muchos lectores que después de leer esta pregunta se van a quedar sin palabras pensando en las posibles respuestas! Pero eso se los dejo de tarea amigo…
Una relación de pareja en cualquier estatus, ya sea social, racial o sexual donde ambos miembros de la pareja no estén en igualdad de condición, siempre va a despertar comentarios poco favorables; pero cuando la sociedad sentimental es con alguien que tenga algún tipo de discapacidad física…¡Entonces sí que las cosas se complican!
Supongamos que ambos miembros de la pareja están de acuerdo, pero quizás alguna persona cercana al “capacitado” o al “discapacitado”, no ve con buenos ojos la unión y a veces sobran razones llenas de buenas intenciones.
 Mire, de seguro es casi imposible que esa relación llegue a consolidarse exitosamente, porque como bien dije en párrafos anteriores, lo que más pesa (a los ojos de los ¨capacitados¨) en una persona con alguna limitación, es su dificultad física y  parece ser que sus cualidades como ser humano no son tomadas en cuenta.
 Lo más curioso en todo esto, a mi juicio, es que tampoco son tomadas en cuenta por muchas personas las limitaciones de carácter cultural e intelectual, que pueda tener alguien “bien capacitado físicamente”, dígase la ignorancia o el analfabetismo funcional.   
Si a usted le dieran la posibilidad de elegir con qué tipo de, “limitación”, ya sea física o cultural prefiere construir su ideal de pareja, ¿cuál escogería?… Bueno… como yo tengo mi respuesta, la suya,  se la dejo de tarea una vez más.
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Carmen Tamara