Conversando acerca de:
¿Ha intercambiado alguna vez fotos o videos
subiditos de tono con alguien por internet ?
Hola amigo lector,
le traigo al espacio “Conversando acerca de” un tema como el verano de mi país:
¡bien calentito!.
Como es costumbre
para este tipo de post, lo vamos hacer
en primera persona, con la diferencia que esta vez cada cual tiene la libertad
de escoger la bebida que mejor le plazca, para compartir o debatir acerca del
tema que hoy nos ocupa.
Casi siempre es el café el cómplice de este
espacio y lo utilizamos como un
buen pretexto para robarle unos minutos
de su atención mientras usted disfruta de los posts que publicamos en nuestro
blog.
Sin más preámbulo me
dispongo a darle respuesta mucho antes que usted, a la pregunta que da inicio a
este espacio.
Pues sí amigos, les
confieso que a mí 56 años de edad, he intercambiado alguna que otra foto
subidita de tono con mi novio a través de la telefonía móvil, sobre todo cuando
me ha tocado estar fuera de mi país por asuntos de trabajo.
Pienso que este tipo
de práctica ayuda a mantener viva la llama de la pasión en la pareja. ¡Claro
está, considero que debemos utilizarla solo en ocasiones especiales, debido al riesgo
que se corre al exponer nuestra vida íntima en
internet aunque sea por esta “noble causa”, para llamarle de algún modo.
Muchas personas de
mi generación pensamos que la información privada, va a estar mejor protegida en
una carpeta de nuestro teléfono móvil o laptop personal, pero la realidad nos
dice otra cosa, ya que existen programas espías y aplicaciones que nos permiten escudriñar
en la información ajena. ¡Si no,
pregúntele a los más jóvenes de la casa, ellos suelen ser verdaderos hackers en
eso!
¿Hasta dónde nuestra
vida es privada después de la aparición de las redes?
En la era de
internet, la vida personal o íntima de todo internauta deja de ser privada cada
vez que introduce información en cualquier sitio del ciberespacio.
Mire amigo lector,
aunque aparezcan mil letreros que digan que el sitio establece con usted contrato
de privacidad, al final todos sabemos que eso es relativo, por no decir que es
completamente falso.
Ellos como dueños y señores de las páginas,
siempre se van a reservar el derecho de manejar a su antojo la información que allí dejamos. Saben quiénes somos, que hacemos y con quien nos
relacionamos, en fin: “dime con quién
andas, y te diré quién eres”. Es un
viejo refrán que conozco desde la infancia y creo que le viene como anillo al
dedo a las tendencias existentes, tiene mucho que ver con redes sociales.
Quizás usted piense que exagero, o tal vez ya me dio la razón. Pero debemos tener mucho cuidado con la información que publicamos o intercambiamos en
internet, ya sea intima o personal, para que en el futuro no corramos el
riesgos de que dicha información se convierta en misiles dirigidos a nosotros
mismos.
Mire, estas prácticas
de intercambiar fotos o videos eróticos, no solo pueden resultar peligrosas
para la integridad moral de cualquier individuo en el futuro, sino también para el otro miembro de
la pareja en el presente.
¿Se ha imaginado la posibilidad de convertirse
en víctima de un chantajista sin escrúpulos, que quiera subir a internet ese
video erótico que su pareja y usted filmaron con tanta pasión?
Me imagino lo
desagradable y desesperante que debe ser, sobre todo si queremos proteger la integridad moral de
la persona amada por encima de cualquier riesgo.
Tengo un par de amistades
que les sucedió: uno de ellos por ser descuidado y no proteger lo suficiente la
información y al otro, por confiar en demasía en las “bondades” de la tecnología.
Deberíamos hacer un mejor
uso de los beneficios que nos brindan las tecnologías y herramientas existentes en internet . Estoy consciente que hay muchas personas en
el mundo que la utilizan con las mejores de las intenciones, pero no podemos ser ingenuos, usted y yo
sabemos que hay quienes la utilizan para hacer daño a terceros incluyendo aquellos
que se dedican a subir a la red virus malignos.
Y a veces no tenemos
conciencia de hasta donde pueden ser
peligrosas para nosotros mismos no tener
conciencia de prácticas de este tipo.
Conozco personas que
gustan coleccionar videos eróticos de las parejas que han tenido; unos los
guardan como un buen recuerdo de sus actividades sexuales y lo protegen como
ciudad sitiada y otros, los conservan con fines un tanto macabros. No sé usted, pero yo me quedo con los
primeros.
Sucede que a veces
las relaciones sentimentales en las parejas no terminan en buenos términos,
sobre todo cuando uno o ambos miembros se siente defraudado o traicionado.
Supongamos que sea el hombre el traicionado y
como venganza decide castigar a su “ex” subiendo a internet ese “bonito
recuerdo” donde ambos fueron
protagónicos del filme. ¡Hay caballos,
perdón dije mal “caballeros” que lo hacen para desmoralizar a su ex cónyuge! ¿Le
ha pasado a usted ?
Si coloco al sexo
masculino en esa posición no es justamente para satanizarlo, es porque simple y
llanamente para nosotras las féminas,
resulta mucho más incómodo vernos en una situación tal y con eso no quiero
decir que a los hombres no les incomode. Pero hay una realidad, el hombre nunca
será condenado del mismo modo como se juzga a una mujer ante un escándalo de
tal magnitud.
En los tiempos
modernos que vivimos, es mejor precaver que tener que lamentar, y si queremos como
adultos tener prácticas similares, creo que debemos ser muy selectivos a la
hora de escoger el actor o la actriz con quien deseamos filmar escenas eróticas
en nuestras películas de amor y sobre todo, como vamos a proteger ese material
fílmico para que después no corramos el
riesgo que en un momento de ira, el video vaya a parar a una página en internet
en contra de la voluntad de uno de los dos actores.
Quizás no sean pocos los lectores a los cuales
les parezca un tanto exagerada la idea de que alguien por venganza, cometa un
acto tan vil en contra de su ex. ¡Pero en la realidad sucede, hay que estar consciente
de esto!
Todos tenemos el
derecho (y el izquierdo también), de que nuestra intimidad personal sea
respetada. Por tanto, todos tenemos el deber social de hacer un uso responsable
de los medios tecnológicos.
No podemos permitir que
la ira o la maldad nos arrastre por caminos desenfrenados haciendo de la vida
íntima de los demás o la suya propia, un callejón sin salida.
No olvide que las decisiones que tomemos hoy,
serán el resultado del mañana. Y si ahora mismo está pensando en hacerle daño a
alguien subiendo a internet fotos o videos comprometedores, piénselo mejor y
utilice otra estrategia menos nociva, bríndese la oportunidad de ser un mejor
internauta.
Bueno, hasta aquí el
tema de hoy. No sé si a usted leerlo, le ha
servido tanto como a mí el escribir acerca
de este complejo asunto, ya usual en estos tiempos que corren.
Pero estoy consciente que usted es una
persona suficientemente inteligente para que juntos podamos reflexionar acerca
del contenido de este artículo con el fin de ganarle la batalla al uso inadecuado
qué, de modo inconsciente a veces realizamos al utilizar los servicios de la
internet. Gracias por su visita, y si le gustó este post, compártalo con sus
amigos en Facebook y Twitter.
De igual manera, le invitamos a visitar el stio web: https://psicocode.com/
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Carmen Tamara