¿Como ven
los hombres a las mujeres de 50?
En este artículo me referiré solamente al
atractivo que tienen las mujeres de 50 años para los varones y los aspectos
psicológico y social de una posible relación de pareja donde intervenga una
mujer de 50 años.
Evidentemente, una mujer de 50 años es
mucho más que un ser con sexo, pero aquí nos enfocamos justo en este asunto.
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Los machos de la especie humana son eminentemente pragmáticos, van derecho
al objetivo, como los caballos. No les interesan las generalidades, sino los
casos concretos. Sobre todo, en cuestión de mujeres. Si una mujer en específico
le resulta atractiva a un hombre en particular, le importa un comino la edad,
así tenga ella 20 o pase de los 50 teniendo él cualquier cantidad de años de
nacido. Y esto que afirmo es un rasgo de la personalidad masculina, no un
comportamiento estadístico.
Por lo tanto, si usted es una mujer que ya ha cumplido los 50 y le interesa
gustar a los hombres, no se preocupe por su edad, sino por su propio aspecto.
El hombre es un animal mayormente visual, especialmente a la hora de
apreciar la belleza femenina. Muchísimo más que la información proveniente de
los demás sentidos, los varones utilizan los ojos para apreciar a las
mujeres. Analicemos a continuación, de manera detallada, como utilizan este
sentido los hombres para fijarse en las mujeres…
El conjunto
Los varones de la especie humana, al fijarse en las mujeres, no se
caracterizan precisamente por su profundidad, por analizar y buscar significados.
Me explico, porque en el próximo acápite podría parecer que me contradigo y
no es así: Lo que si le aseguro es que esa primera mirada es fundamental: el
hombre evalúa rápido y definitivo: “aprobada” o “desaprobada”. Y luego casi
nunca ocurre que cambie de opinión.
La explicación a esto radica en las diferencias evolutivas entre machos y
hembras, especialmente en nuestra especie. El varón necesita evaluar
rápidamente cualquier situación, sobre todo aquellas relacionadas con la
supervivencia o la lucha por la hembra, algo que heredamos de nuestros
ancestros en la rama evolutiva. No tiene tiempo para analizar demasiado antes
de hacerse un juicio.
Y ahora vamos con dos aspectos interesantes relacionados con esta capacidad
del varón para evaluar rápidamente a la hembra: el conjunto importa tanto,
que basta tan solo crear una apariencia convincente para que la misma se
vuelva determinante.
En particular, es fundamental la apariencia juvenil. Algo que deben tomar
en cuenta especialmente las mujeres de 50, si es que les interesa resultar
atrayentes a los varones, desde luego. O sea, no se trata tanto de ser joven
como de dar la apariencia de joven. Esto es fundamental para conquistar a
cualquier hombre.
En primer lugar, esto conlleva una preocupación de la mujer por cuidar su
físico, su figura, su salud y su alimentación. Algo que no debe ser privativo
de esta edad, sino de toda la vida, en hembras y varones. No para gustar al
sexo opuesto solamente, sino en primer lugar, para ser saludables y gustarse a
sí mismos.
También es determinante el aspecto general, la ropa sencilla, de
colores y motivos alegres sin resultar chillones y de corte más bien
juvenil que demasiado formal o corporativa, el pelo cuidado, con un
peinado ligeramente atrevido, un maquillaje discreto pero presente, que
resalte sus mejores atributos, accesorios de tipo artesanal más que el derroche
de prendas de oro y plata.
Basta una figura “estándar” incluso, con un aspecto juvenil como el
descrito, para que la dama ya se acerque u obtenga ampliamente la
categoría de “aprobado”, tenga la edad que tenga.
Otro aspecto fundamental, es la manera de caminar. La mujer que sabe
caminar como hembra, con la cabeza erguida mirando al frente, moviendo
ligeramente las caderas y con esa sensualidad que las caracteriza, termina por
hacer agua el cerebro del varón que las mira.
Y si él se dirige a usted, basta ese modo que tienen las mujeres de
levantar la mirada desde abajo hacia arriba y luego clavarla sin pestañear en
las pupilas del varón, para taladrar profundamente la psiquis del pobre
tipo y hacerlo sentir que tiene una hembra humana frente a él…
Hable en tono bajo, natural, con una insinuación de sonrisa, pausada. Y le
ha propinado una tremenda estocada a la pobre víctima…digo, al varón…
Ahí está el detalle…
Muchas mujeres creen que los hombres solo se fijan en sus senos, cintura,
glúteos, caderas o en el rostro, si acaso.
Y a los 50 los senos ya dejan de estar firmes, la cintura pugna por
disolverse y las arrugas resultan difíciles de disimular.
Sin embargo, prácticamente todos los hombres son fetichistas. Sobre todo
los más inteligentes. Prefieren determinadas partes del cuerpo de las mujeres.
Y cuando digo determinadas partes, puede ser cualquier parte del cuerpo
femenino, no solo las obviamente relacionadas con la sexualidad femenina,
ni aquellas dominantes según su cultura.
Esto puede resultar en un importantísimo elemento a la hora de que un
hombre considere hermosa a una mujer, independientemente de la edad, el tamaño
o estado de sus senos, su cintura o la tersura de su piel.
Porque desde cualquier punto de vista, incluso anatómico y sexual, una
mujer es mucho más para un hombre que unos senos firmes y una cintura estrecha.
Y cada varón tiene un gusto muy particular en relación a esto. Tengo un
amigo a quien le encantan las mujeres narizonas. Y otro absolutamente chiflado
por las de boca grande y labios gruesos, no las cambia por ninguna otra.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsBPMM3DPQ6RGHwA5NLfbO7NLSAAOnTVM1ZG9A07MiDHiazG8IwVoanHmmwJkez486mBlGf1271qcEoR57z4rZnzglclBeJs-dSQhcdtfJcHr_OcNwn4EEB03B6QlJLSU5IIaWtDjc-enb/s1600/h6.jpg)
En fin, tenga por seguro que desde su propia particularidad física, cada
mujer cuenta con elementos que resultan muy atrayentes a ciertos hombres.
El aspecto psicológico.
La simple lógica binaria del hombre, excelente para hallar de manera
expedita el camino más corto para resolver una situación, colisiona fuertemente
con la capacidad de la mujer de ver una realidad más rica y compleja y este
hecho es el causante de no pocas incomprensiones entre ambos sexos, cuando
justamente debería ser motivo de alegría, pues resulta el mejor ejemplo de
complementariedad.
Al hombre le es
por lo general incomprensible la
facultad de la mujer de percibir las
cosas en un contexto amplio o prestar atención al entorno que rodea determinado
hecho u objeto, en vez de centrarse directamente en el mismo e ignorar lo
demás, como hacen los varones.
Esta característica femenina es mucho más marcada en la juventud, cuando la
mujer conforma un entorno psicológico familiar y laboral que le permita
garantizar la procreación y crianza de sus hijos en un ambiente estable y
seguro.
A los 50 años, la mujer ya sabe perfectamente lo que quiere y sobre todo,
lo que no quiere, algo óptimo para
entenderse con los varones.
En el plano sexual, la mujer de 50 ya no tiene ningún tipo de inhibiciones
y disfruta del placer sexual a su manera muy personal con una libertad y gozo
auténtico.
Pero a la vez es ya una experta en tratar a sus congéneres del sexo
opuesto: hagan lo que hagan estos, ellas no se asombran, no discuten, no
pelean. Simplemente, sin inmutarse demasiado, toman decisiones lapidarias y ya.
Sin embargo, se muestran más comprensivas que cuando jóvenes, mesuradas,
calmadas y más estables, a pesar de los cambios de humor de la menopausia.
Saben aconsejar, brindar amistad, compartir y exigir responsabilidad.
También, como es lógico, tienen ya experiencia de la vida y en la
actualidad, no pocas de ellas cuentan con una vasta preparación profesional.
Todo esto hace que las mujeres de 50 resulten mucho más compatibles con los
hombres que las mujeres jóvenes. Tanto, que curiosamente, existen parejas de
larga data y estabilidad compuestas por mujeres de 50 años con hombres más
jóvenes que ellas.
Y si bien los matrimonios de muchos años al llegar a los 50 pueden haber
caído ya en el hastío, la rutina o el enfriamiento de las pasiones, las nuevas
parejas de hombre y mujer que se forman teniendo ambos los 50, resultan
por lo general ser sólidas, bien llevadas y contrario a lo que muchos pudiesen
pensar, tremendamente activas en el plano sexual.
Resumiendo, en el plano psicológico, la mujer de 50 años se halla en la
plenitud de la vida y para los hombres
de cualquier edad, resultan más comprensibles y compatibles con su propia
psicología que las de cualquier otra edad. Y por tanto, muy atractivas en
este sentido….
Lo social y cultural.
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O sea, la cada vez mayor igualdad económica entre ambos sexos es solo
una manifestación particular y la más visible de un proceso de acercamiento
entre ambos sexos.
Como otras caras de este proceso sobresalen: las modas unisex, la
aceptación del homosexualismo y otras manifestaciones de sexualidad diferentes
a las predominantes hasta ahora, las familias no-tradicionales y la fecundación
in-vitro.
Y este proceso es a su vez parte de otro de mucha mayor escala, el
más serio e importante: el tránsito de la especie humana “homo sapiens”
hacia otra especie nueva en desarrollo, con un elevado grado de elementos
artificialmente creados, a diferencia de otras mutaciones del pasado, cuando el
elemento natural era absolutamente predominante.
Esto contradice la visión machista tradicional y la aún vigente, pero ya
maltrecha preponderancia social del sexo masculino.
Así que en este aspecto, cada hombre, de manera individual, debe mostrar
una actitud: seguir anclado al pasado o adaptarse a los tiempos actuales y
venideros, donde la mujer ya no está ni estará subordinada al varón.
Cada mujer, de igual manera, deberá hacer su elección.
Táctica y estrategia
Como decíamos al principio, solo tratamos aquí cuan atrayentes puede
resultar hoy en día una mujer de 50 años para los hombres, desde el punto de
vista de una relación.
Hemos visto que físicamente, si una mujer determinada se ocupa de su salud,
su figura, lleva una vida sana , se alimenta adecuadamente y adopta una
apariencia juvenil, puede gustar a un hombre específico, de cualquier edad.
Porque esto de los gustos es
muy personal, de nada valen las estadísticas.
Desde el punto de vista psicológico, la
mujer de 50 lleva amplia ventaja, por su madurez y experiencia, respecto a
las de otras edades y en este aspecto, resultan de mucho atractivo para los
hombres.
Socialmente, las mujeres de 50 de hoy en día suelen estar bien capacitadas
y se ganan la vida por sí mismas y esta es una tendencia que se mantendrá
a largo plazo.
Solo los hombres de
mentalidad más atrasada no verán esto como una ventaja. Y estoy seguro
que usted, una mujer inteligente (por algo lee este blog) solo se interesará
por un hombre de mente avanzada…
En fin, señora de las cinco décadas,
¡usted puede ser justamente ahora, más atractiva que nunca antes a los ojos de un hombre!
Rey